Normalmente cuando se habla de las virtudes de aprender inglés o cualquier otro idioma, siempre se hace referencia a las posibilidades profesionales o culturales que nos aporta. Sin embargo, aprender un idioma es un auténtico triatlón para el cerebro.
Y cómo ya sabemos, la actividad física y mental ¡es sana!. Pero centrémonos en los beneficios de aprender inglés como segunda lengua, que han sido ya demostrados por la ciencia. Mayor posibilidad de recuperación tras sufrir lesiones cerebrales Cualquier información que se almacena en el cerebro lo hace en forma de conexiones entre neuronas. Así, para aprender una lengua nueva como el inglés, nuestro cerebro crea miles de millones de conexiones. A medida que dejamos de usarlas esas rutas neuronales se debilitan, pero si mantenemos nuestro nivel de inglés a lo largo de la vida y sufrimos algún tipo de lesión cerebral, tendremos muchas más posibilidades de recuperarnos si somos bilingües, porque nuestro cerebro tendrá muchas más conexiones que la media. Menos errores cognitivos y menos ansiedad. Hablar dos o más idiomas obliga al cerebro a hacer un esfuerzo muy concreto: evitar que las otras lenguas se cuelen en la conversación. Si no lo hiciera, las mezclaríamos constantemente. Fruto de este ejercicio, los bilingües acumulan más materia gris en una zona llamada córtex del cíngulo anterior hasta el punto que algunos neurólogos son capaces de distinguir a simple vista el cerebro de un bilingüe del de un monolingüe. Pero, ¿qué hace el córtex del cíngulo anterior? Entre muchas otras cosas, interviene en la atención y en la resolución de conflictos cognitivos, es decir, en las situaciones que desafían lo que damos por hecho. Esas capacidades mentales que nos aporta hablar inglés refuerzan nuestra confianza, nos ayudan a gestionar los cambios y, por tanto, reducen la ansiedad. Ayudan a prevenir enfermedades mentales como la depresión Las actividades que mantienen nuestro intelecto ocupado son una forma excelente de evitar el desarrollo de posibles trastornos del espectro depresivo. Evidentemente, podemos hacer muchas cosas para mantenernos mentalmente activos, pero aprender inglés es una de ellas. Si además vemos películas en inglés o nos buscamos un partner para practicar nuestra habla estaremos doblemente prevenidos. ¡¿A ver por qué nuestros alumnos gozan de tan buena salud?!